El periódico ABC ha publicado este lunes 20 de diciembre una noticia en la que la exsecretaria de Podemos de Torrejón de Ardoz, Paula María González, ha denunciado a su portavoz, Olga Jiménez, ante la Comisión de Garantías de la formación morada por un supuesto caso de acoso de laboral.
Desde su llegada al Ayuntamiento en las elecciones del 2017, la aventura de Podemos en Torrejón de Ardoz ha estado salpicada por varias crisis graves. En la anterior legislatura, dos de sus cinco concejales dejaron el partido a los pocos meses y en enero de 2019, su antiguo portavoz, Luis Andrés Pérez, se vio obligado a dimitir de sus funciones por los otros concejales que eran sus compañeros de partido. En todos los casos los críticos denuncian la falta de democracia interna en el partido. Además, la que fuera otra de sus secretarias, Mercedes Iglesias, fue inhabilitada para cargo público por prevaricación cuando era alcaldesa de Nuevo Baztán con el partido Unión Progresista Independiente.
En relación a la noticia destacada por ABC, la afectada señala que «he sido cesada por la concejal Olga Jiménez tras caer enferma, a los tres días de una baja médica de quince, como me expresó explícitamente, por el único motivo de acceder a coger esa baja que ella misma me propuso ignorar para mi sorpresa», en un burofax remitido, con fecha 18 de noviembre, al órgano de Garantías al que ha tenido acceso este diario.
González fue nombrada el 14 de septiembre de 2021 y cesada, tal y como consta en los informes municipales, el 7 de octubre. El cese se hizo efectivo cuatro días después, cuando no llevaba ni un mes en el puesto laboral. Al ser un cargo interno, en los informes no consta más información ni motivaciones de la decisión. Pero en el burofax, González explica su versión: «Tras solicitar más información sobre el problema médico argumentó que si ella hubiera sabido que podía ausentarme por motivos de salud nunca me habría nombrado», continúa en la denuncia, en la que acusa a Jiménez también de «incumplimiento reiterado de los estatutos, principios y código ético del partido» y mantener una «actitud déspota», causando «temor» y «generando bajas en los militantes cada vez más numerosas».